Así que con esta excusa os cuento un poquito de las benditeras.
Este objeto tan común en tiempos de nuestras abuelas ( la mía las tenía en casi todas la habitaciones, al lado de la cabecera de la cama) y en desuso en tiempos actuales, denominadas como pilas de agua bendita han sido consideradas hasta tiempos bien recientes como "objetos de devoción", ya que cumplian un papel, siquiera modesto, en los usos y costumbres de los laicos.
Materiales y Fabricación
A lo largo de casi seis siglos de existencia, las benditeras y todo lo que se refiere a su fabricación han estado ligados a los alfares cerámicas.
Los materiales más empleados en su fabricación son principalmente la cerámica, ya sea porcelana o biscuit, además de cristal, opalina (La Granja) o madera de diversos tipos forradas de metal o terciopelo.
Una pequeña guia orientativa de las características de las benditeras en España.
MANISES. Verdes, azules, amarillos, naranjas y reflejo metálico.
TALAVERA. Naranjas y amarillos (s.XVI), amarillos, verdes, manganesos y azules (siglos XVII y XVIII); las del siglo XIX son más pobres de color, y en ocasiones están decoradas sencillamente de blanco.
TERUEL. Predominan los colores azules y verdes, sobre todo los primeros. La iconografía reproduce imágenes de San Antonio y de la Virgen, acompañados de hojas de plantas y, a veces, de conejos, liebres o aves.
ALCORA. Empiezan a hacerse en el siglo XVIII, lógicamente, cuando el Conde de Aranda funda esa manufactura. Son casi todas ellos policromadas, con clara influencia francesa en cuanto a decoración y finura.
MURCIA. Son casi todas de Lorca, pobres de decoración y tardías, representando en las cazoletas aves y flores.
MANISES. La pilas valencianas son de colores vivos y alegras. Algunas de ellas están recargadas con rostros de angelitos y palomas. Son de estilo barroco y con mucho colorido en la frontal, representando vírgenes y santos.
BURTURIA. Esmaltadas en blanco, única y exclusivamente.
CUENCA. Suelen ser de barro en su color, con relieves, y barnizadas,
CATALUÑA. Las de barro proceden de La Bisbal, Lérida. También hubo alfares en Tarragona que realizaron estos objetos; pero hacemos notar la procedencia en esta comunidad de las de cristal soplado.
El interés que todavía hoy despiertan ha contribuido de manera decisiva para que prosiguiesen su fabricación a pesar del declive de los alfares. Incluso hoy se venden reproducciones en diversos puntos de nuestra geografía.
La documentación y datos están sacados de la revista ANTIQVARIA 1994, Especial Coleccionar,en la cual está un árticulo sobre benditeras, también sobre muñecas antiguas y casas de muñecas, lo cual supone un tesoro para mí biblioteca.
Este es el resultado de mi trabajo, me ha encantado, así que más adelante intentaré la reproducción de las que aparecen el la revista.